Una Noche Sin Fin

2006-2008. Video projection for 2 screens, 23 min. Recorded in different HD formats

Una noche sin fin is a video installation for two screens facing each other, in a manner that it would not be possible to see the two at once. Una noche sin fin join 4 stories about time, understood in the sense of duration: a day in a factory with a duration of 8 hours, a theatrical performance with a duration of 2 hours, the sleep for 8 hours of three characters that are sleeping, by shifts, in the same bed, until they reach 24 hours and, finally, a story of seven days, that introduces the natural time of matter, through the means of a plate of strawberries abandoned on a table after a dinner that, with the passing of the days, become moldy until they nearly disappear. The four blocks of time have been registered so as to balance their duration to around 3 minutes, sometimes with high-speed, others with different time-lapses, although after they are combined, complicating them, according to a certain indiscipline that is distant from the method of scientific will.

The industrial revolution generated a culture based on a highly stratified regulation of limited quantities of time available for production. The factory is the clearest example of the division and organization of time, but also spectacle (theater, concerts, cinema) introduced a standard duration to the conditions of visuality. Through a fragmented story, Una noche sin fin considers the idea of time as an element narrowly linked to the technical image. By means of the alteration of the speed of the images, but also through the combination of images, it allows us to see what we cannot see in what we believe we are seeing.

Una noche sin fin es una instalación de vídeo para dos pantallas situadas una frente a la otra, de manera que no sea posible ver las dos a la vez. Para ello quería reunir básicamente 4 historias de tiempo, en el sentido de duración: una jornada en una fábrica con una duración de 8 horas, un espectáculo teatral con una duración de 2 horas, el sueño de 8 horas de tres personajes que duermen, por turnos, en la misma cama, hasta cubrir las 24 horas y, finalmente, una historia de 7 días que introduce el tiempo natural de la materia por medio de un plato de fresas, abandonado en una mesa tras una cena, que, con el pasar de los días, enmohecen hasta casi desaparecer. Los cuatro bloques de tiempo han sido registrados para igualar su duración alrededor de los 3 minutos, a veces con alta velocidad, otras con distintos lapsos de tiempo, aunque después se combinen, complicándose, siguiendo cierta indisciplina que aleja el método de la voluntad científica.

La revolución industrial generó una cultura basada en la regulación altamente estratificada de cantidades de tiempo limitadas, disponibles para la producción. La fábrica es el ejemplo más claro de división y organización temporal, de la estandarización del tiempo, pero también el espectáculo (teatro, conciertos, cine) introdujo también una duración estandarizada en las condiciones de visualidad. A través de una historia fragmentada, Una noche sin fin considera la idea de tiempo como un elemento setrechamente ligado a la imagen técnica. Por medio de la alteración de la velocidad de las imágenes, pero también a través de su combinación, permite ver lo que no podemos ver en lo que creemos ver.

Excerpt from IMAGES IN MOVEMENT: NO TIME FOR WORDS Mabel Palacín in conversation with William Jeffett.

Mabel Palacín Or The Rules of Time 
Willam Jeffett

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IMAGES IN MOVEMENT: NO TIME FOR WORDS Mabel Palacín
in conversation with William Jeffett


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