El trayecto es un video realizado con el sistema de cámaras de un prototipo de coche autónomo. Las cámaras forman parte del sistema de seguridad y comunicación automatizada que permite a los coches circular sin conductor.
La cámara es una máquina que cambia nuestra manera de ver el mundo y nuestra manera de vivir, como el coche. Cámaras y coches son dos tecnologías fundamentales de nuestra cultura reciente, su combinación en el coche autónomo abre una infinidad de posibilidades en relación a las ficciones que nos acompañan.
Un coche avanza por una carretera en la costa, se desvía por un camino y atraviesa un pequeño bosque hasta llegar a una casa. En el recorrido encuentra una serie de personajes que avanzan en su misma dirección. El sistema de AI del coche identifica personajes y objetos que aparecen representados gráficamente haciéndonos parte del proceso de comunicación entre máquinas que el coche y las cámaras mantienen.
La gráfica crea una estética del software que en el Trayecto evoluciona hacia una especie de AR (realidad aumentada). Comienza con una estética “google” en la carretera de la Playa y evoluciona hacia una estética “selfie”, al final, en que los personajes emplean el coche para auto-reconocerse, para obtener una imagen de sí mismos en el plano de la realidad. La gráfica aparece como un elemento destinado a hacer dudar de la realidad haciendo que ésta parezca siempre incompleta.
El trayecto entrelaza conceptos como cuerpo y tecnología, narración y juego. La narración característica de la mirada humana, la tradición cinematográfica de las imágenes, se cruza con la más reciente de los datos. La realidad actual es producto de un diálogo entre dos miradas: la nuestra y la mirada algorítmica. La tecnología de la creación automatizada de imágenes está cambiando nuestra imaginación y plantea algunas preguntas respecto a qué significará ser humano en el futuro.